El presidente Javier Milei intensifica su batalla contra el Poder Judicial, amenazando con nombrar por decreto a dos nuevos jueces de la Corte Suprema. En medio de una crisis política y económica, Milei busca consolidar su poder y control sobre las instituciones argentinas. Su objetivo es instalar a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla en la Corte Suprema, pese a la oposición del Senado. Lijo, juez federal en activo, enfrenta más de 30 denuncias por mal desempeño, generando preocupación sobre la independencia del Poder Judicial. García Mansilla, académico ultraconservador, se alinea con la “guerra cultural” de Milei. Su nombramiento podría
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